Descubren restos de Palacio Maya en Ocosingo

En un sitio arqueológico de Plan de Ayutla, en Ocosingo, Chiapas, un grupo de arqueólogos registró el hallazgo de vestigios de una construcción de más de 2,000 años de antigüedad. El descubrimiento constituye la primera evidencia arquitectónica de una ocupación tan temprana entre las antiguas urbes mayas de la cuenca del Alto Usumacinta.

Evidencias de un palacio maya de principios de nuestra era, así como un entierro que data de entre el 900-1000 d.C., constituyen algunos de los hallazgos más importantes registrados recientemente en el sitio Plan de Ayutla, en Ocosingo, Chiapas, donde un grupo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) trabajan con miras a su apertura pública en 2012.

Los restos del antiguo complejo residencial, descubiertos en un patio hundido ubicado en la Acrópolis Norte de este asentamiento, cobran relevancia al convertirse en la primera manifestación arquitectónica de una ocupación tan temprana (50 a.C. – 50 d.C.) entre las antiguas urbes mayas de la cuenca del Alto Usumacinta.

Las edificaciones que actualmente se hallan en pie y que son consolidadas por los arqueólogos del INAH, se construyeron entre 250 y 850 d.C., es decir, en los  periodos Clásico Temprano y Clásico Tardío, cuando Plan de Ayutla debió jugar un papel político fundamental.

Aunque todavía se desconoce el nombre que tuvo Plan de Ayutla en tiempos prehispánicos, las hipótesis señalan que pudo ser la ciudad de Sak T’zi’, o bien, la urbe de ‘Ak’e.

Sak T’zi’ (“Perro blanco”, en maya) está referida en monumentos grabados e incluso en pinturas murales. Aparentemente la batalla representada en los murales de Bonampak, refiere a la derrota que esta ciudad infligió a Sak T’zi’, en alianza con Yaxchilán, hacia 787 d.C.

Asimismo, Ak’e fue el centro político del que partió el linaje fundador de Bonampak. Esta segunda tesis señala que el lugar que hoy se conoce como Plan de Ayutla estuvo subordinado en distintas etapas a Toniná, importante urbe con la que guarda rasgos similares en algunos elementos arquitectónicos, como la cancha de Juego de Pelota y las grecas que decoran los edificios.

La importancia de Plan de Ayutla es que es un sitio intermedio entre Bonampak, Lacanjá y Yaxchilán, los estudios que estamos haciendo nos permitirán ahondar más en el conocimiento de la interacción e integración política de la región del Alto Usumacinta, una zona donde varios señoríos estuvieron en pugna, libraron batallas y formaron alianzas”, explicó el arqueólogo Luis Alberto Martos.

Los trabajos arqueológicos en esta zona también han permitido corroborar su larga secuencia de ocupación, que va de principios de la era cristiana a por lo menos el 1000 d.C., diez siglos reflejados en la arquitectura del lugar.

La última fase de construcción en Plan de Ayutla, corresponde a 800-850 d.C., cuando grupos de origen chontal, que utilizaban una cerámica de pasta fina, reocuparon algunos edificios y levantaron otros.

En la más reciente temporada de campo se ha explorado la Estructura 4, “ésta se halla en una terraza previa a la superior, aparentemente era la zona donde se recibían comisiones de otras ciudades. También se han encontrado gran cantidad de metates, tal vez estas terrazas fungieron como áreas de servicio donde se almacenaban y preparaban alimentos”, comentó el investigador de la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH.

Las arqueólogas Susana Cruz Rivera y Karina González Hernández, quienes han investigado la Estructura 4, precisaron que ésta es del periodo Clásico Tardío (800 d.C.), pero tuvo una ocupación importante hacia 900-1000 d.C., momento del que data todo el material descubierto en la terraza: huesos, ollas, cajetes, molcajetes, metates y manos de metates, entre otros.

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Fuente: Instituto Nacional de Antropología e Historia. Direccción de Medios de Comunicación.