Las Festividades en honor a Nuestra Señora del Carmen se encuentran ligadas estrechamente con la Guelaguetza; esto se debe a que cuando llegaron los Españoles a Oaxaca algo ya se celebraba por los indígenas en esas fechas. Para hacer más fácil la tarea, los evangelizadores decidieron compaginar una celebración cristiana durante los días que los indígenas realizaban sus ritos. De ahí surgieron los Templos del Carmen Alto y Carmen Bajo; siendo Oaxaca la única ciudad que cuenta con dos iglesias dedicadas a dicha Patrona.
El Templo del Carmen Bajo es una construcción que data del Siglo XVI, primeramente fue llamada "Lágrimas de San Pedro" y después "Los Dolores". Desde su construcción estuvo pensado como una casa de oración para el populacho oaxaqueño. Cuando fue consagrado a Nuestra Señora del Carmen recibió el nombre que ostenta al presente; así podía diferenciarse del Templo de Carmen Alto que servía como casa de oración para la realeza del lugar.
Posteriormente fue arrasado por un incendio y reconstruido casi en su totalidad, de tal forma que el templo que conocemos hoy día no es el original. Es de elementos sencillos en su interior, lo cuál contrasta con su arquitectura exterior; voluminosa y de ricos acabados.