Ciudad de Morelia
Por: Travel by México
Ciudad de Morelia
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Según la opinión de los historiadores, el pueblo de los matlalzincas se estableció en el valle de Guayangareo durante los siglos XIV o XV, en lo que hoy es Morelia, en un territorio que aparentemente les fue concedido como recompensa por haber participado en la defensa del imperio purépecha durante la invasión de los tecos de Jalisco. Se sabe que al instalarse en el mencionado valle, cuyo significado es “loma chata y alargada”, los matlalzincas recibieron el nombre de “pirindas”, es decir “los de en medio”, debido a la ubicación del lugar que ellos llamaron Patzinyegui.
Como en toda población indígena de la época la huella evangelizadora de España se hizo notar de manera decidida, siendo en este caso los franciscanos fray Juan de San Miguel y fray Antonio de Lisboa quienes formaran una escuela de catecismo, llamada San Miguel, en donde también sería transmitida la enseñanza de la música y las artes en general, entre otros tantos oficios. Sería pues, con aquel intercambio de culturas, que daría inicio una etapa de notable florecimiento para el valle de Patzinyegui, lugar que años más tarde sería designado por el virrey Antonio de Mendoza como punto para la fundación de la ciudad, misma que acogería a muchos españoles avecindados en tierras michoacanas.
Fueron sesenta familias de colonizadores, nueve frailes y algunos indígenas los que darían forma un 18 de mayo de 1541 al acta de fundación de Valladolid, la cual recibiría el título de ciudad por distinción del rey Carlos I de España en 1545. Unos años después, en 1553 para ser exactos, se le concedería a esta recién fundada población de la Nueva España el escudo de armas. Desde aquel entonces Valladolid ha tenido una importancia sociocultural notable, no sólo para la evolución del Estado de Michoacán, sino para México mismo.
La arquitectura desarrollada en Morelia es distintiva, teniendo como ejemplos notables diversos edificios en donde la elegancia y la severidad se complementan con maestría. Ejemplo de ello es el Palacio de Gobierno, construcción inaugurada como seminario un 23 de enero de 1770, en cuya fachada se distingue el estilo barroco tablerado típico de la ciudad. Su escalera principal se sostiene por tres arcos de forma irregular, teniendo además dos amplios patios en los que actualmente son albergadas oficinas gubernamentales. Cuando seminario, entre sus distinguidos alumnos figuraron notables personajes que influyeran en el curso de la historia nacional, como el botánico y estadista Juan José Martínez de Lejarza; Mariano Michelana, uno de los precursores del movimiento de independencia, así como dos de sus heroicos ejecutores, José María Morelos y Pavón y Agustín de Iturbide; Melchor Ocampo, principal inspirador de las Leyes de Reforma en 1857, entre tantos otros destacados personajes.
Entre otras construcciones morelianas destacan también el Palacio Clavijero con su suntuosa expresión barroca, herencia de la órden de Jesuitas, que sirve actualmente como sede de la Coordinación de Asuntos Culturales y Turísticos, entre otras dependencias de gobierno; el Palacio Federal con la estética del neoclásico francés, ostentoso en sus adornos exteriores, con amplios patios y bellas arcadas de órden toscano; el Palacio Municipal, construído con el estilo barroco moreliano a finales del siglo XVIII; el Palacio de Justicia con una marcada influencia francesa, situado frente a la Plaza de los Mártires, con bellos interiores, espaciosos corredores y la obra pictórica del maestro Agustín Cárdenas plasmada en el cubo de su señorial escalera. Y claro está, en Morelia no podían faltar los templos religiosos, entre los que sobresale su majestuosa Catedral. Su construcción comenzó en 1660, siendo terminada 84 años después y alzando orgullosa dos torres de 60 metros de altura, con relieves y elementos arquitectónicos grecorromanos, con interiores suntuosos en los que lucen 3 naves enlazadas por un crucero central, coronado por una hermosa cúpula. Se dice que en la pila bautismal, labrada totalmente en plata hacia el año 1790, fue bautizado Agustín de Iturbide.
Otros lugares de interés que despiertan la admiración de los turistas son el Conservatorio de las Rosas, situado frente al hermoso Jardín de las Rosas y que fuera originalmente el primer Convento de Monjas de Valladolid, hoy Escuela de Música y sede del Coro de los Niños Cantores de Morelia; la Casa de la Cultura Ex-Convento del Carmen, cuya construcción barroca de los siglos XVII, XVIII y XIX muestra espléndidas cúpulas de azulejo blanco y azul, conservando valiosas pinturas que hacen de este uno de los centros culturales más importantes de la ciudad; la Casa Natal de Morelos, propiedad en la que naciera el legendario héroe de independencia José María Morelos y Pavón; la Calzada Fray Antonio de San Miguel, recorrido en el que la gente se acopla a la belleza y quietud del entorno, caminando desde la Fuente de las Tarascas por el camino empedrado y disfrutando del atardecer en una de sus bancas de piedra.
Y por supuesto las artesanías no podían faltan en Morelia: La creatividad y talento de los artesanos michoacanos tiene cabida en la Casa de las Artesanías, dispuesta para ellos desde 1972 para la exhibición y venta de sus trabajos. Además el lugar se distingue como una de las joyas históricas de mayor valor pues antiguamente fungió como la Iglesia y Convento de San Francisco, primer templo de Valladolid que acogió a los franciscanos llegados a la ciudad siglos atrás. ¡Y nos falta tanto por ver en Morelia! Venga y conozca esta maravillosa ciudad, visita que se tranformará en un verdadero viaje a través del tiempo, y en una experiencia imposible de olvidar.