¿Por qué comemos 12 uvas al celebrar el Año Nuevo?

Comer 12 uvas en Nochevieja, cada 31 de diciembre a la medianoche, es una tradición en México pero ¿sabes cuándo y dónde se originó este ritual de Año Nuevo?

¿En qué consiste esta tradición?

Cada día 31 de diciembre, en Nochevieja, cuando el reloj marca las 12, se comen 12 uvas, todas en menos de un minuto. las uvas simbolizan la abundancia, de manera que cada vez que comemos una con cada campanada hay que pedir un deseo.

Antecedentes

Existen varias teorías sobre el origen de esta tradición y todas apuntan hacia un país: España.

– La primera referencia escrita sobre las doce uvas apareció el día 2 de enero de 1894 en el periódico español “El Siglo Futuro” en un artículo titulado “Las uvas bienhechoras”. En el se hablaba de una costumbre importada de la aristocracia  francesa de comer uvas al escuchar la primera campanada de las doce.

– Un año más tarde, en “La Correspondencia de España” apareció un artículo relatando como en la Nochevieja de 1895 el Presidente del Consejo de Ministros despidió el año 1895 con uvas y champán en compañía de la crema y nata de la sociedad española de aquel entonces. No se sabe con precisión cuántas uvas comieron pero lo que sí sabemos es que en aquella época las uvas a finales de diciembre ya estaban fuera de temporada en España y que no existían muchas de las prácticas que hacen posible que en la actualidad tomemos uvas todo el año.

Poco a poco, la costumbre deja de ser exclusiva de las clases altas y llegó a Madrid, y será en 1902 cuando esta costumbre pasó al resto de España.

Un excedente de uva sin precedente

Fue en 1909, cuando realmente esta costumbre dejo de ser exclusiva de la burguesía y aristocracia y se empezaron a tomar las 12 uvas de forma masiva en España.

Este año, la buena suerte sonrió a los agricultores levantinos de las provincias de Murcia y Alicante, tras un excedente de uva antes de tiempo.

Conscientes del potencial filón comercial y deseosos de sacar al mercado la producción, empezaron a darle todo tipo de nombres a estas uvas: “Uvas de la suerte”, “Uvas de la fortuna” y hasta “Uvas milagrosas”.

Y, bueno la relación con la buena suerte no podía ser mejor en cuestión de ‘marketing’ puesto que el hecho de que un año llegaran tantas uvas fue visto como signo de abundancia y prosperidad.

Generalización de la tradición

A partir de los años cuarenta del siglo pasado, se fue generalizando esta gracias a la puesta en marcha de la técnica de embolsado de racimos, que permite retrasar un mes el proceso de maduración de la uva.

Hoy en día, la costumbre de tomar las doce uvas (frescas o pasas) en Nochevieja se extendió a varios países de Hispanoamérica, como a México, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia o Costa Rica.

El lugar de España más destacado donde se toman las 12 campanadas es la Puerta del Sol de Madrid, donde se encuentra el conocido reloj de la Casa de Correos.