Principios básicos de conteo del Calendario Maya
En el marco de la conferencia “Tres milenios escrutando el cielo, morada de dioses” que se llevó a cabo en febrero del 2012 en el Parque Explora de Medellín, Colombia; el mexicano Orlando J. Casares Contreras, Licenciado en Ciencias Antropológicas con especialidad en Arqueología y difusor cultural del Museo Regional Palacio Cantón de Mérida, abordó diversos temas relacionados con la Civilización Maya y expuso de manera clara y concisa los principios básicos de conteo maya.
A continuación, compartimos con ustedes una breve introducción a la Numeración Maya, que enriquecimos con la valiosa información que Orlando Casares Contreras difundió sobre las tres cuentas del calendario maya.
El calendario maya: producto cultural de la astronomía
Los Mayas fueron eminentes astrónomos, arquitectos y matemáticos. Su concepción del tiempo es el resultado de siglos de pacientes observaciones del cielo en las que describieron los ciclos del Sol, de la Luna y del planeta Venus.
El calendario era una de las herramientas más importantes de los mayas ya que lo usaban para regir los tiempos de sus quehaceres agrícolas, comunitarios y religiosos. Para los mayas el tiempo era tan importante que, cualquier evento que se registrara con el aval de sus dioses se repetiría nuevamente en otro ciclo; su visión del tiempo era una visión cíclica.
El calendario maya es uno de los más precisos de todo Mesoamérica
Tiene sus orígenes en culturas anteriores (hasta la fecha no fueron identificadas) que crearon un sistema de calendario dual: uno de 365 días (calendario solar) y el otro de 260 días (calendario ritual).
Los mayas tomaron este sistema, lo perfeccionaron y lo desarrollaron de una manera que no se volvió a ver en el Continente Americano, poniéndole una fecha de inicio.
La Cuenta Larga o serie inicial:
La Cuenta Larga de los mayas designa al sistema de cómputo de días transcurridos desde una fecha origen.
Según los epigrafistas, los mayas establecieron la fecha de inicio de su cuenta (0.0.0.0.0) el día 4 Ajau y 8 Cumkú, que en nuestro calendario corresponde a la fecha del 13 de agosto de 3,114 a. C. y como cada 13 ciclos (13 ciclos de Baktún que son unos 5,125 años), vuelve a iniciar el calendario, la fecha de inicio del nuevo ciclo corresponde al 22 de diciembre del 2012, que coincide con un evento astronómico.
Puntos, barras y “cero” en la numeración maya:
La civilización maya fue la primera de América en idear el concepto del cero, alrededor del año 36 a. C.
Los mayas tenían tres maneras de representar a sus numerales:
– un sistema numérico de puntos y barras que constaba de tres símbolos básicos: el punto, cuyo valor es 1; la raya, cuyo valor es 5; y el caracol (algunos autores lo describen como concha o semilla), cuyo valor es 0.
– una numeración cefalomorfa “variantes de cabeza”;
– una numeración antropomorfa, mediante figuras completas.
La veintena maya:
Los mayas contaban en veintenas pero este sistema funcionaba de manera muy peculiar porque comenzaban en contar desde el cero.
En términos de puntos y barras, la unidad era representada con un punto; después de cuatro unidades utilizaban a la barra horizontal que simbolizaba 5 (el 6 era entonces representado por un punto + una barra), y así sucesivamente hasta llegar al 19 (3 barras + 4 puntos). Cuando llegaban al 20 es porque estaba volviendo inicial este conteo desde cero.
El cero no solo representa el fin de un conteo sino el principio de otro.
Calendarios Civil y Sagrado
El método de conteo maya consistía en una suma de múltiples calendarios, los principales eran uno de 365 días o civil llamado “Haab” y otro de 260 días o sagrado que se le llamaba “Tzolkin“; funcionaban al mismo tiempo y juntos conformaron la cuenta larga y la cuenta corta.
Ambos calendarios tienen un punto de partida que señala cada Era.
Tzolkin: El Calendario Sagrado de 260 días
El ciclo sagrado llamado Tzolkin o Tzolk’in es una combinación de 20 meses con 13 días cada uno, o veinte trecenas (20×13=260).
Es decir, para que transcurra un año sagrado, cada numeral debe combinarse con todos los días del calendario sagrado.
El tzolk’in es un calendario tridimensional porque está basado en el Sol (los sellos), la Luna (los tonos) y la estrella Sirio, por lo que es más exacto que el calendario gregoriano. (Fuente:Wikipedia).
Haab: El Calendario Civil de 365 días
Equivalente al año solar que usamos, el “Haab” está compuesto por 18 meses (llamados Winal) de 20 días (=360 días o Tun) y 5 días adicionales aciagos, dormidos o nefastos, llamados Wayhaab’, o Awas Q’ij.
Como coincidencia numérica, los expertos se dieron cuenta que si sumamos estos 5 días durante el transcurso de los 52 años del siglo maya, obtenemos un total de 260 días, que nos remiten al total de días del Calendario Sagrado.
Aparte de las cuentas solares, a su vez tenían cuentas lunares de 29 días y ciclos de 819 días (según recientes estudios de epigrafía).
Kin, Uinal, Tun, Katún y Baktún:
La unidad básica de medición del pueblo maya era el kin o día solar. Los múltiplos de esta unidad servían para designar diferentes lapsos de tiempo como sigue:
Kin = 1 día
Uinal = 20 días = 20 kin
Tun = 360 días = 18 Uinal
Katún = 7,200 días = 20 Tun o 360 Uinales
Baktún = 144,000 = 7,200 Uinales, 400 Tunes o 20 Katunes.
La Rueda Calendárica:
Los calendarios civil y sagrado vuelven a encontrarse cada 52 años o ruedas del calendario civil (365 días), que es equivalente a 73 años o ruedas del calendario sagrado (260 días). Este período es conocido como el ciclo de los mayas.
El fin del mundo puede esperar:
Este conocimiento de los antiguos mayas contrasta con las la presunta profecía maya del fin del mundo ya que para ellos
el 20 de diciembre de 2012 (fecha correspondiente al último día del baktún decimotercero, es decir, a la fecha 12.19.19.17.19) marcará el fin de un ciclo y el comienzo de otro.
“Cuando termina un ciclo, no significa que ya no haya nada después, sino que un punto de fin representa el inicio de un nuevo ciclo.”
Además, cabe mencionar que los mayas nunca usaron la palabra “fin” ya que no formaba parte de su lenguaje.
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