Ubicado a 53km de la Ciudad de Morelia en el Estado de Michoacán, Pátzcuaro es una localidad pintoresca que ha logrado preservar sus tradiciones. Desde 2002, Pátzcuaro pertenece al programa creado por la Secretaría de Turismo de México, llamado Pueblos Mágicos, es decir, es un pueblo cuyas tradiciones, leyendas, historia, vida cotidiana y celebraciones resguardan un toque de magia!

Este programa tiene por objeto resaltar la riqueza cultural y natural de los pueblos y sus alrededores ofreciendo actividades turísticas en acuerdo con esas características, así como: ecoturismo, deportes extremos, turismo religioso, turismo cultural, etc.

Lago de Patzcuaro y sus Islas

El Lago de Patzcuaro es el mayor atractivo del destino. Ubicado a 4km del centro de la población, es uno de los sitios más bellos de México, y uno de los lagos más altos del mundo ya que se localiza a 2,140 metros sobre el nivel del mar.

Alrededor del Lago de Pátzcuaro están los sitios arqueológicos de Ihuatzio y Tzintzuntzan. El lago está conformado por ocho islas : Janitzio, Yunuén, La Pacanda, Tecuena, un pequeño islote llamado La Tecuenita que se encuentra cerca de la isla Tecuena, Jarácuaro (a la cual se puede acceder por carretera), Urandén Morelos y Urandén Morales. El visitante podrá trasladarse a cualquiera de ellas por medio de un servicio de transportación turística de lancha de motor y observar en el recorrido a los pescadores soltando sus famosas redes en forma de alas de mariposa.

Cada 1er y dos de noviembre, el Lago de Patzcuaro es el escenario de la la solemne y mística procesión del Día de Muertos a la que acuden los isleños, los turistas nacionales y extranjeros deslizándose en la penumbra alumbrados por la luz de antorchas y de millares de velas hacia la Isla de Janitzio.

Servicios y Clima

Debido a su atmósfera y a la tranquilidad de su entorno, Pátzcuaro también representa un refugio natural para todo tipo de artistas, por lo que es posible encontrar en las plazas, cafés y galerías de la ciudad una amplia gama de pinturas y otros objetos que muestran a la propia ciudad como fuente de inspiración. También se cuenta con un reducido, pero selecto grupo de restauradores de bienes muebles e inmuebles cuyo profesionalismo y calidad es reconocido a nivel internacional. Pátzcuaro cuenta con apróximadamente 60 hoteles.

El clima en Pátzcuaro es semitemplado húmedo con lluvias en verano con una temperatura anual de 14 °C a 20 °C, con precipitaciones a finales del mes de mayo hasta septiembre. Durante los meses de octubre a abril suele ser frío húmedo durante las noches y las mañanas.

¿Cómo llegar?

Pátzcuaro se ubica a aprox. 385 Km de México, la  la capital de la República Mexicana y más o menos a la misma distancia de la Ciudad de Guadalajara (Estado de Jalisco), sobre la ruta 120, que parte de la carretera No.15 (México-Guadalajara) que a su vez pasa por la ciudad de Quiroga, a 20 minutos de Pátzcuaro, pasando también por Tzintzuntzan, la legendaria capital del antiguo Imperio Purhépecha.

Las pirámides o yácatas construidas hace varios siglos pueden ser vistas fácilmente desde la carretera y también visitadas por todo aquel que desee realizar una interesante caminata a partir del estacionamiento. Algunas partes aún se encuentran en proceso de restauración y es posible conocer un poco más acerca de la esta cultura en un museo de sitio anexo al lugar.

Si usted viaja desde la ciudad de Morelia,  puede tomar la nueva autopista pasando a un lado de Tiripetío con un trayecto de aprox. 40 minutos. El servicio de ferrocarril para pasajeros se encuentra temporalmente suspendido debido a la reestructuración de Ferrocarriles Nacionales. Por autobús, se puede llegar diariamente desde México o Guadalajara a través de diferentes líneas cuyos itinerarios se ajustarán fácilmente a sus planes de viaje y gastos, pues disponen de tarifas que van desde clase económica hasta primera clase. Por avión, se puede llegar al Aeropuerto Internacional de Morelia "Francisco J. Mújica", que cuenta con los servicios de las principales líneas aéreas del país, que ofrecen vuelos directos nacionales desde y hasta Tijuana, ciudad de México, Guadalajara y Zacatecas e internacionales desde y hasta Chicago, San Francisco, Oakland, San José y Los Angeles en Estados Unidos.

Historia de Patzcuaro

Pátzcuaro es uno de los puntos clave en la historia de Michoacán.
Los Purépechas se instalaron justo al sur del Lago de Pátzcuaro y a la sombra de un extinto volcán, ahora conocido como el Estribo Grande, hacia el año 1300. Guerreros de origen, este pueblo nunca fue sometido por los recios Aztecas. Durante el imperio del Rey Tariácuri se crearon grandes alianzas con las ciudades vecinas, Tzintzuntzan e Ihuatzio y la urbe floreció, convirtiéndose en un importante centro ceremonial, en donde se creía que se encontraba la puerta al cielo por donde ascendían y descendían los dioses. Al morir este gobernante, Pátzcuaro fue anexada al reino de Tzintzuntzan y pasó a ser el balneario favorito de la nobleza purépecha.

Cuando llegaron los españoles en el siglo XVI se apoderaron de los tesoros purépechas y aprehendieron a su último gobernante o cazonci Tangáxoan Tzíntzicha o Tangaxoan II, al que finalmente quemaron vivo.
Los indígenas de la región fueron relegados, formando una comunidad casi olvidada. Esta situación pronto llegaría a los oídos de un sacerdote español, quien pediría ser transferido a Pátzcuaro. Poco a poco ese fraile, el Obispo Don Vasco de Quiroga, junto con otros religiosos como Juan de San Miguel y Fray Jacobo Daciano, fue logrando recobrar la importancia del pueblo. En 1537 logró el permiso para la construcción de una iglesia y un año después fundó su más grande proyecto: El Colegio de San Nicolás Obispo.

En 1540 Pátzcuaro se convirtió en Sede Episcopal y en 1544 adquirió el título de Ciudad Capital.
Don Vasco de Quiroga comenzó a organizar una ciudad de utopía basada en las enseñanzas de Tomás Moro: un lugar de encuentro en donde todos cabían, de oportunidades, amor, paz e igualdad.

Se utilizó el colegio para las enseñanzas católicas y como hospital, además de que ahí se instruía a los indígenas de la región en distintas artes manuales, creando las artesanías que hasta la fecha podemos disfrutar: alfarería, lacas, cestería y muebles. Así, pensando en la gente, se comenzó a construir las casas siguiendo un mismo patrón, a fin de que ninguna sobresaliera demasiado, asimismo se construyeron las iglesias, con un toque más sencillo y hogareño que las grandes catedrales de la época, para que todos los lugareños se sintieran bienvenidos y cómodos.
Poco a poco el poblado fue ganando popularidad y fue llenándose de nuevos habitantes, reincorporando a los indígenas que habían huido de la zona debido a la explotación española.También se creó otro importante hospital en el lugar: el de Santa Marta (donde ahora se encuentra la Casa de los Once Patios). En los hospitales patzcuarenses se daba asilo a huérfanos, peregrinos y enfermos, que eran atendidos por los indígenas, usando sus remedios ancestrales.

Durante el movimiento de Independencia de México, oriundos de la zona dejaron el nombre de Pátzcuaro muy en alto sobresaliendo Manuel de la Torre Lloreda, Bernardo Abarca y la mismísima Gertrudis Bocanegra, quienes contribuyeron a la causa luchando. La última fue asesinada en la plaza que actualmente lleva su nombre.

Actualmente, Pátzcuaro no luce tan diferente, aunque se ha llenado de gente de todo tipo: nativos que se rehúsan a emigrar, gente de todo México que busca pasar sus días de retiro entre sus coloridos muros, artistas nacionales e internacionales que fueron seducidos por la tranquilidad y el inspirador paisaje, hippies que no desaprovechan el turismo para vender sus artesanías, y claro, nuevas generaciones de purépechas.