Reportajes acerca de San Miguel de Allende
Información de la Ciudad

Ciudad de San Miguel de Allende

Por: Travel by México

Ciudad de San Miguel de Allende, San Miguel de Allende
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Ciudad de San Miguel de Allende

Por: Travel by México

Al caminar por las calles de San Miguel de Allende, ciudad fulgurante de construcciones hermosas y múltiples vestigios arqueológicos, el tiempo pareciera detenerse.

Tal es la atmósfera que rodea dicha ciudad ubicada en el estado de Guanajuato, misma que brinda a sus visitantes la grandiosa oportunidad de remontarse a un rico pasado histórico y, al mismo tiempo, apreciar la intensidad con que afloran las tantas manifestaciones culturales que hacen de este destino uno de los más interesantes y espléndidos de la República Mexicana.

El poderío tolteca retumbó en el suelo donde siglos después quedarían como herederos de su gloria guerrera los copuces, guamares y guachichiles, grupos de organización nómada conocidos como chichimecas, que por el siglo XIII de nuestra era ocuparon aquellas tierras para su ulterior explotación, aunque siempre dependientes de las viscicitudes de la naturaleza. La agricultura, punto clave para el desarrollo de una sociedad de organización más elevada, no habría de manifestarse sino hasta le llegada de los españoles en tiempos de la colonización.

Para 1555 el virrey don Luis de Velazco ordenó la fundación de una villa que se ubicara en el camino que enlazaba a las poblaciones de Zacatecas, en aquel entonces recién fundada, y la ciudad de México, capital de la Nueva España. Dicha villa tendría enorme utilidad comercial, siendo paso para el flujo de toda clase de mercancias, sobre todo de plata proveniente del norte de México.
Era la villa de San Miguel, conocida después como San Miguel el Grande, la que tomaría forma de una localidad de notable importancia gracias a su ubicación, a su comunicación y comercio con Zacatecas o Guanajuato, pero sobre todo a una creciente industria que daría enormes frutos en los años postreros: la industria textil.

En los albores del siglo XIX, siendo aquella ciudad cuna de pensadores y gente dispuesta a escuchar nuevas formas de pensamiento filosófico, San Miguel el Grande, hoy de Allende, gestaría en gran medida el espíritu libertador que inspiró a millares de combatientes que se adhirieron a la lucha por una nueva nación en voz de Ignacio Allende, Aldama, Lanzagorta, entre otros.

Caminar por las calles de San Miguel de Allende despierta un encanto peculiar: la Plaza o Jardín Principal, conocido en los siglos XVI y XVII como Plaza Parroquial, teniendo en su centro un kiosco contruído en los años 50, resguardado por el abrigo de grandes árboles y atrayendo a los paseantes que se abandonan a la belleza de los alrededores. La parroquia de San Miguel Arcángel, colosal en sus dimensiones y admirable por las decoraciones arquitectónicas grabadas en piedra, sonorizando al repicar de sus campanas la región entera. Para 1730 sería terminada la última de las torres que lucirían las formas de un refinado arte barroco, mas tiempo después, para 1880, gracias a la iniciativa del obispo de León, el padre Diez de Sollano y Dávalos,  se emprendería la construcción de la torre parroquial. Don Serafino Gutiérrez, maestro de obra a cargo de tal encomienda, tendría una gran inspiración en las obras góticas europeas, y gracias a la recolección de postales provenientes del viejo continente, diseño tan singular torre que daría la mayor fama a San Miguel de Allende hasta la fecha.

A su izquierda el templo de San Rafael, edificado originalmente en 1564 para fungir como parroquia, también conocido como la Santa Escuela de Cristo en el siglo XVIII, y que sería el primer edificio construído en la Plaza. En su torre vigila el paso del tiempo un enorme reloj, mientras las parvadas de palomas toman vuelo en oleadas repentinas.
En la esquina suroeste de la Plaza la casa que vio nacer un 21 de enero de 1769 al caudillo de la independencia Ignacio Allende, ejemplo de la arquitectura civil virreinal en el siglo XVIII preservada hasta nuestros días.

E intermibable es el número de monumentos y edificios que guardan su historia y despliegan a los ojos del visitante la sensación regresar en el tiempo, palpitando en la atmósfera acogedora de tan extraordinaria ciudad abierta al turismo del mundo. Es San Miguel de Allende, joya del estado de Guanajuato abierta a la cultura, generadora de arte multicolor y siempre vibrante. ¡Una ciudad inolvidable!