¿Qué mejor manera de acercarse a una cultura que a través de sus tradiciones y costumbres?

La actual importancia y popularidad turística del puerto no ha significado que los lugareños se hayan despojado de su carácter alegre, abierto y amable, y mucho menos que se hayan olvidado de sus raíces.  En la región aún se pueden apreciar presentaciones de las danzas autóctonas del pueblo mayo, además del juego de pelota llamado “Ulama”, que se practicaba en Sinaloa desde mucho antes de la llegada de los españoles.

Por supuesto que la música es parte indispensable de los pobladores de la región. La famosa “Tambora” siempre alegra las fiestas. Este tipo de música es interpretada por 32 instrumentos, en su mayoría de viento y percusión, y su ritmo seduce a cualquiera, no hay quien se quede sentado.

Y si se habla de artesanías, cabe destacar la presencia de grandes alfareros, además de creadores de talabartería, cestería, tejidos de palma, de lana e ixtle; trabajos en madera, cerámica y, por supuesto, figuras realizadas con las conchitas de mar.  En cuanto a la gastronomía, gracias a su rica producción pesquera, los platillos basados en los alimentos del mar son muy variados y exquisitos. Destaca el camarón, atún, almeja, pargo, marlín, ostión y callo de hacha. También se puede disfrutar de machaca, chilorio y barbacoa.