Podría sonar muy cursi decir que “una visita a Guadalajara no está completa si no se dan una vuelta por el Hospicio Cabañas”, pero creo que es muy cierto. Más allá de lo imponente de su edificio, el mérito está en su historia, en todo lo que esas paredes han presenciado... ¡y qué decir de los techos!

Todo comenzó con la llegada de un obispo español, Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo a finales del siglo XVIII a la ciudad, quien tenía la idea de construir una casa hogar para niños y ancianos. Pero no sólo eso, el sitio serviría como escuela/taller, en donde se les enseñaría algún oficio a los que ahí habitaran. Así que decidieron contratar al mejor arquitecto de la época, Manuel Tolsá. Comenzó su edificación en 1805. El proceso duró casi cien años, aunque abrió sus puertas en 1810, mucho antes de ser terminado, llevando como nombre “Casa de Misericordia”.

Para su mala suerte ese mismo año estalló la guerra de independencia y el edificio se convirtió en sede del lado español: cárcel, bodega y cuartel militar. Su nombre fue cambiado en honor de su principal promotor y quedó como hoy lo conocemos.

El edificio es una de los máximos exponentes del neoclásico en México y en su interior guarda muchos corredores con arquería, 23 patios, una hermosa capilla, además de numerosas habitaciones.

En el año de 1937 el artista jalisciense José Clemente Orozco recibió una tarea: decorar la antigua capilla del lugar. Así, en los muros y techos plasmó lo que por muchos sería su mejor obra: mil 200 metros cuadrados de pinturas y murales. Por dos años pintó 57 murales que relatan la conquista, la época colonial y los tiempos modernos, una manera de enseñar a México su ideología y la historia del país. El mejor de todos es, definitivamente, el llamado “EL hombre de fuego”, que está en la cúpula de la capilla. Es un hombre envuelto en llamas rodeado de tres figuras, que representan los cuatro elementos de la naturaleza: aire, tierra, fuego y agua.

En 1983 se abrieron las puertas de un museo que cuenta con 12 salas de artistas mexicanos como el Doctor Atl y Raúl Anguiano, además de otras para exposiciones temporales.

Actualmente es sede del Instituto Cultural Cabañas y de la Secretaría de Cultura de Jalisco.

Entre las actividades que se realizan en el Instituto está la enseñanza de clases de música, teatro y ballet; se ofrecen espectáculos de danza, música y teatro, además de que aquí también se encuentra la Escuela de Artes Plásticas.

El Hospicio Cabañas fue declarado Patrimonio de la Humanidad el 4 de diciembre de 1997 por la UNESCO.

El horario de Museo y Capilla es de martes a sábado de 10:00 a 18:00 horas y los domingos de 10:00 a 15:00 horas. Pregunten por las visitas guiadas, son estupendas y te dejan una visión muy distinta –y completa- de lo que se aprecia en los techos y paredes de la capilla.