En esta zona existía un asentamiento conocido como Huey Culhuacan (vocablo náhuatl que significa “Lugar de los que adoran al dios Caltzin”), fundado al rededor del año 628 d.C. y se dice que fue levantado por los mismísimos aztecas cuando estaban buscando dónde establecerse. Pero en realidad esta región no alcanzó un desarrollo cultural y económico comparable con otras culturas prehispánicas.

Se tiene conocimiento de que a la llegada de los conquistadores en el siglo XVI descubrieron caseríos perfectamente organizados, habitados por los Tahues. Cuando Nuño de Beltrán pisó estas tierras en 1531, dividió la zona en tres, con lo que se delimitó Culiacán por el río Elota y el Mocorito, bajo la jurisdicción de la Nueva Galicia.

En 1786 la organización cambió. Las Intendencias sustituyeron a las Provincias, aunque Culiacán quedó en la misma jurisdicción. En 1831 los ahora estados de Sonora y Sinaloa se unieron y formaron el Estado de Occidente, que, a su vez, contaba con otros departamentos y ayuntamientos, entre ellos el de Culiacán. A lo largo de los años se siguieron dando cambios, y no fue hasta 1915 que se convirtió en Municipio oficialmente, perteneciente al estado de Sinaloa.