La Vainilla, aromático regalo de las tierras veracruzanas

En los tiempos prehispánicos los pueblos totonacas la llamaban tlil-xochitl (flor negra). Cuenta la leyenda que tan majestuosa planta nació en el lugar donde la princesa  Tzacopontziza (Estrella de la Mañana) fue asesinada junto a su amado el príncipe Zkatan-Oxga (Venado Joven) quienes al huir fueron capturados y decapitados como ofrenda a la diosa de las cosechas Tonoacayohua.  Reencarnando él en un robusto árbol y ella en la orquídea trepadora (Orquídea Planifolia) que otorgaba en su fruto tan preciado regalo.

La flor negra comparte su historia e importancia con el cacao ya que juntos creaban el xocolatl brebaje adorado por mayas y aztecas. Los señores de la vainilla fueron los totonacas quienes descubrieron su secreto de cultivo y sus propiedades curativas y aromáticas. La región habitada por ellos comprendía los alrededores de las ciudades de Veracruz y Papantla, a la vainilla proveniente de estos lugares se le ha considerado la mejor en el mundo por su especial sabor y aroma.

Junto con el cacao la vainilla fue llevada a España durante la conquista, como uno de los tesoros aromáticos encontrados en América, a pesar de los intentos europeos de cultivar la preciada vaina fuera de México no obtuvieron éxito hasta descubrir que los indígenas mexicanos fecundaban artificialmente la planta ayudados por abejas, haciendo así posible la creación del fruto y la vaina.

A partir de este descubrimiento, el monopolio mexicano terminó a mediados del siglo XIX comenzando así la expansión de cultivo a colonias francesas, inglesas y españolas. Actualmente México se encuentra en el séptimo lugar a nivel internacional en producción de vainilla.

En Veracruz las provincias productoras de vainilla son:

Papantla de Olarte, Martínez de la Torre, Gutiérrez Zamora, Tecolutla y Poza Rica de Hidalgo, mientras que en Puebla se ubican las zonas de Cuetzalan del Progreso, Xochitlan de Romero Rubio, Ixtepec, Caxhuacán y Huauchinango. La zona del Totonacapan que comprende ambas entidades produce el  80% de la producción de vainilla verde a nivel nacional.

Papantla llegó a ser el único lugar en el mundo en donde se producía la vainilla, era costumbre que los productores de este fruto, pusieran a secar sus vainas al sol, colocándolas en inmensas camas sobre las calles de la ciudad, el fruto al deshidratarse empezaba a expedir su agradable aroma, el cual se lograba percibir a kilometros de distancia; llegar a Papantla era una exquisitez olfativa, y por ello, fue llamada “La Ciudad que Perfuma al Mundo”. La Ruta de la Vainilla.

La Ruta de la Vainilla

La Ruta de la Vainilla es un recorrido agroturístico y cultural que te llevará a través de varios municipios del Estado de Veracruz:  Papantla, Poza Rica, Tecolutla, Gutiérrez Zamora, Tihuatlán, Cazones de Herrera, Coxquihui; y te permitirá presenciar la extraordinaria herencia cultural, histórica y gastronómica de la región.

Esta ruta que reúne atractivos naturales, arqueológicos, culturales, gastronómicos y ecoturísticos te conducirá por la enigmática región del Totonacapan y sus vainillales; Papantla, la legendaria la ciudad de los hombres pájaro; la Zona Arqueológica de El Tajín y a varias comunidades auténticamente totonacas mientras que en las costas de Tecolutla, donde te esperan hermosos paisajes conformados por manglares, canales y esteros, podrás participar a la liberación de tortugas.

El recorrido guía a los visitantes por la misteriosa región de Totonacapan, mostrando en cada paso la historia y las características únicas de la orquídea que ha conquistado el mundo a través del olfato y gusto.

También se adentra en “la tierra de los hombres que vuelan”: Papantla, misterioso pueblo que alberga las tradiciones del pueblo totonaca, siendo una de ellas la Danza de los Voladores que se hace en honor al dios de la fertilidad.

Este recorrido hace una parada en la Zona Arqueológica de “El Tajín”: el centro político y ceremonial Totonaca más importante para las civilizaciones de Mesoamérica. A su estructura principal, la Pirámide de los Nichos, se le considera un calendario civil y agrícola ya que cuenta con 365 nichos que simbolizan los días del año.

Entre los distintos destinos que la ruta ofrece se encuentra Coatzintla,
”Lugar de la culebra pequeña”, municipio que celebra cada 25 de julio la fiesta del Señor Santiago donde se llevan a cabo espectáculos de voladores, la danza de los negritos y los bailes de guaguas, santiagueros, moros y españoles.

La “Zona Costera del Río Cazones” es otro magnífico lugar que conforma esta ruta. Allí se encuentra el campamento tortuguero Kgayin Xa’lak Pupun’u abarcando una área de 18 kilómetros cuadrados donde los turistas pueden contribuir a la protección de las tortugas marinas.

El recorrido de la ruta de la vainilla sin duda deja huella en los corazones y paladares de sus visitantes, ya que en su andar muestra el singular y colorido paisaje que alberga el corazón tradicional de los totonacas y sus tierras, haciendo de la ruta un digno camino que andar.

Por: Karla Lisandra Cisneros Cortés.