La Danza del Venado

La Danza del Venado es el ritual Yaqui de mayor proyección tanto en México como en el mundo. Los yaquis son un pueblo indígena de origen Sonorense, que vive y lucha por la perduración de sus costumbres, la pertenencia de sus tierra, la conservación de su lengua (yoreme) y sobre todo por la continuación de su cultura.

La Danza del  Venado o “Maaso Yiihua” se realiza en honor al venado símbolo heroico portador de belleza, agilidad y nobleza. La puesta en escena representa tanto la vida y muerte del ciervo, como el pasado histórico-cultural de los Yaquis, los actores que participan en dicho ritual son: los pascales, el danzante-venado, el narrador, siendo resaltadas sus actuaciones con los distintos sonidos que crean el mágico ambiente donde se lleva a cabo la danza.

Los Pascales representan los distintos ambientes y peligros con los cuales el venado interactúa durante su vida, pueden ser aves, agua, serpientes, lobos y cazadores, cada uno de ellos porta una máscara de madera tallada pintada de color blanco en un fondo negro y cada uno porta una sonaja que utilizan para dar énfasis a sus movimientos, siendo a su vez musicalizados por la flauta y el tambor de parche.

El hombre yaqui que hace del venado porta un taparrabos, sonajas en sus manos y sobre su testa la cabeza de  un venado, sus movimientos imitan la agilidad y belleza de este animal sagrado, quien al final enfrenta la muerte en una agonizante lucha con honor y valentía.

Sus sonidos son el tambor de agua, los raspadores y a su entrada el narrador comienza el relato en lengua yoreme.

Ser un danzante-venado se considera un privilegio dentro de esta cultura, a cada uno de los hombres yaquis destinados a este papel se les ha educado desde pequeños para representar y dar vida al venado.

Tanto los pascales como el danzante-venado se desprenden de su personalidad convirtiéndose físicamente y espiritualmente en sus personajes rituales. Haciendo de esta danza la más importante representación del folklore Yaqui, siendo una digna representante de la cultura ancestral e indígena del norte de México.

Texto: Karla Lisandra Cisneros Cortés