Los cráneos alargados de Onavas: ¿deformación intencional u origen extraterrestre?

Cabezas alargadas y piezas dentales afiladas caracterizan algunos de los restos humanos hallados por un grupo de arqueólogos entre finales del 2012 y principios del 2013 en un vasto cementerio prehispánico situado en las cercanías del pueblo de Onavas, Sonora, México.

De diciembre 2012 hasta abril del 2013, en un antiguo cementerio situado en las cercanías del Pueblo de Onavas en Sonora, un grupo de arqueólogos encabezado por Cristina García Moreno, arqueóloga de la Universidad Estatal de Arizona, realizó un hallazgo que suscitó el interés de todos  aquellos que consideran al paleocontacto (Teoría de los antiguos astronautas/Alienígenas ancestrales) como algo más que una hipótesis.

En diciembre del 2012, hallaron 25 cuerpos (17 correspondían a menores de edad —de entre 5 meses y 16 años— y 8 a adultos) de los cuales 13 presentaban deformación craneal (frontal occipital), y cinco mutilación dentaria (desgaste de la parte lateral de las piezas para darles la forma de “V”.

En los meses siguientes hallaron los restos óseos de casi treinta individuos.

¿Influencia de culturas mesoamericanas o pruebas de la existencia de seres extraterrestres?

De acuerdo con las fuentes históricas, el sitio donde fueron excavados los restos humanos perteneció a los antiguos indígenas pimas, grupo cultural de la región cuyos descendientes se desplazaron hacia lo que hoy es el límite estatal de SonoraChihuahua.

Acerca de las mutilaciones dentales

Costumbre bastante difundida en varias culturas del mundo, principalmente en África, América Central, América del Sur, así como las Filipinas y el Archipiélago Malayo, la decoración de la dentición frontal puede corresponder a un rito de paso a la adolescencia, a un medio ornamental de integración o distinción social, a una tradición arraigada o bien a una moda pasajera.

Entre las técnicas de ornamentación dental más difundidas se encuentran el teñido, la extracción, la perforación, el limado, la coloración, la cauterización, la modificación posicional y la modelación de la corona mediante varios procedimientos como son la fractura intencional.

En cuanto a las mutilaciones dentarías observadas en los restos óseos encontrados en el cementerio de Onavas, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) estas prácticas culturales corresponden a los grupos prehispánicos del sur de Sinaloa y norte de Nayarit que no se habían registrado en Sonora.

Por otra parte, estos entierros reúnen características únicas porque mezclan las expresiones de los grupos del norte de México, como el uso de ornamentos elaborados con conchas y caracoles del Mar de Cortés, con tradiciones del occidente.

Acerca de la deformación cráneal intencional

Extendida y arcaica costumbre de ciertos colectivos humanos, la deformación craneal intencional se ha descrito en diferentes continentes, culturas y períodos cronológicos, desde el Paleolítico superior al siglo XIX.

Para las culturas mesoamericanas la deformación intencional del cráneo era una práctica ritual utilizada para marcar la pertenencia a un grupo social o, para lograr un ideal de belleza.

¿Cómo se hace? La deformación craneana artificial se obtiene al apretar vendajes o entablillados (en general en la parte anterior y posterior de la cabeza) a los niños pequeños al poco de nacer, hasta alcanzar la forma deseada.

Los estudios realizados sobre los 17 cuerpos de menores de entre 5 meses y 16 años no arrojaron ninguna enfermedad que pudiera haber causado su muerte, razón por la cual los expertos deducen que la causa de su muerte pudo haber sido el resultado de una mala práctica en la deformación craneal.

Resultados de las investigaciones en laboratorio

Todos los restos óseos fueron traslados a Hermosillo para ser analizados en laboratorio y así poder determinar la edad y el género de los individuos; saber si padecieron de enfermedades, o si sufrieron fracturas; y conocer, gracias a la prueba de Carbono 14 realizada sobre el colágeno de los huesos, la fecha aproximada de su muerte.

Desafortunadamente, para todos aquellos que creyeron que este hallazgo pudiera revelar la prueba de que seres extraterrestres tuvieron contacto con civilizaciones antiguas, según los investigadores todos los restos estudiados resultaron ser restos humanos.

Los fechamientos practicados en los huesos revelan que los individuos analizados vivieron durante el periodo Epiclásico mesoamericano (900-1200 d.C.).