Tradición y simbología religiosa de la piñata en México

En México ‘la piñata’ o el acto de ‘pegarle a la piñata’ es un juego infantil y elemento fundamental en la celebración de los cumpleaños y posadas navideñas. La piñata contiene dulces y otros regalos ocultos en su interior que los participantes tratan de liberar golpeándola por turnos y con los ojos vendados, con un palo o garrote. Pero, ¿sabías que cada uno de los elementos que la componen está asociado a la simbología católica?

¿Qué es una piñata?

Una piñata es una olla de barro o de cartón, cubierta de papel maché y adornada de papel crepé y papel china de colores, que en su interior contiene frutas, dulces, galletas u otros regalos, y que se cuelga de una cuerda para ser rota con un palo o garrote por una o varias persona con los ojos vendados.

Si bien la piñata más popular es la piñata de picos (en forma de estrella), en la actualidad es muy común encontrar  piñatas con forma de personajes de caricaturas, cómics y películas,  o bien de animales, insectos u objetos diversos.

¿Cómo hacer una piñata? http://www.travelbymexico.com/blog/15444-como-hacer-una-pinata-tradicional

Reglas del juego de la piñata

La piñata tiene que estar suspendida por una cuerda en algún lugar estático. Los jugadores, con los ojos vendados y armados con un palo, deben turnarse para golpear la piñata y tratar de romperla. Antes de golpear la piñata, los jugadores también deben de girar sobre sí mismos. Es entonces cuando la piñata se rompe que los participantes pueden apoderarse de los dulces y otros regalos.

Canciones populares

El juego está siempre acompañado por una canción tradicional titulada “dale, dale, dale”:

Dale, dale, dale
no pierdas el tino
Porque si lo pierdes
pierdes el camino
Dale, dale, dale
Dale y no le dió
Quítenle la venda
Porque sigo yo
¡Se acabó!

Otras versiones:

“¡Dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino; dale, dale, dale, dale y no le dio, quítenle la venda, porque sigo yo!”

¡Dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino; ya le diste una, ya le diste dos, ya le diste tres y tu tiempo se acabó!”

Otra canción usada frecuentemente en las Posadas:¡No quiero oro, ni quiero plata, yo lo que quiero es quebrar la piñata!”

Orígenes de la piñata

Existen varias hipótesis acerca de los orígenes de la piñata.

En su libro ‘Il millione’, conocido por nosotros como ‘Los viajes de Marco Polo’, el mercader y viajero veneciano Marco Polo (1254-1324) relata el uso de la piñata en China durante la celebración del Año Nuevo Chino. Más tarde, esta tradición habría sido llevado a España e Italia (en italiano, pignatta significa ‘olla de barro frágil’).

En ambos países, se utilizó la piñata durante las celebraciones de la Cuaresma. En España, hubo incluso una danza llamada ‘La piñata‘ en la que se reproducían los movimientos de quienes quiebran la olla.

¿Cómo llegó a México la tradición de la piñata?

Fuentes históricas mencionan que los pueblos prehispánicos ya tenían una tradición similar. Para celebrar el cumpleaños del dios azteca de la guerra, Huitzilopochtli, los sacerdotes mexicas colocaban una olla de barro en un poste de su templo a finales de año. Ricamente adornado por plumas de colores la olla, al ser rota, liberaba sus pequeños tesoros que caían a los pies de la imagen de dios como una ofrenda.

Por su parte, los mayas conocidos por ser grandes amantes del deporte, tenían un juego en el que cada jugador debía, los ojos vendados, golpear una olla de barro suspendida por una cuerda, que resguardaba semillas de cacao.

Simbología religiosa de la piñata según los evangelizadores españoles

Los Conquistadores españoles aprovecharon de estas tradiciones para darles otro significado para acelerar la conversión de los Aztecas al cristianismo; transformando la ceremonia tradicional de la olla de barro en sesiones de instrucción religiosa.

–  Cubrieron la olla con papel de color, dándole a la piñata tal vez un aspecto más impresionante.

– Antes de empezar a golpear la piñata, la gente tenía que girar 33 veces, simbolizando los 33 años de la vida de Cristo.

– La piñata representa el pecado: la piñata tradicional es la de siete picos que representan los siete pecados capitales: la gula, el lujo, la pereza, la ira, los celos, el orgullo, la codicia;

– los ojos vendados, la fe o ‘creer sin ver’;
– darle con el palo, la virtud que sirvió para destruir los maleficios;
– romperla, vencer el pecado;
– la fruta y dulces que caen al quebrarla significan la recompensa del cielo.

– El contenido de la piñata representa el amor de Dios.

Al paso de los años, la piñata fue perdiendo su asociación religiosa, y en la actualidad se considera un símbolo de diversión y entretenimiento que ha sabido conquistar el corazón de habitantes no solo de América Latina sino del mundo entero, cruzando fronteras y continentes para llevar alegría, diversión y sana convivencia a otras culturas.

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