La Charrería, el deporte nacional mexicano

La época de oro del cine mexicano, que tuvo lugar durante la década de los 50’s, se caracterizó por recuperar las antiguas costumbres mexicanas, entre las figuras que tuvieron auge durante este fenómeno, se destacaron las de los charros, interpretados por actores legendarios como Pedro Infante, Jorge Negrete y Pedro Armendáriz. Esta fue la época en la que mayor difusión se le dio a unos personajes que antes se les consideró como provincianos, y que en ese momento alcanzaron el nivel de héroes nacionales.

El enaltecimiento de la Charrería

La charrería es uno de los deportes autóctonos que tienen mayor elegancia, un deporte con orígenes campestres que en el México contemporáneo se traduce en una mezcla de habilidad, peligro y tradición.

Quizá la incursión de esta disciplina en el México contemporáneo deba remontarse a la época post revolucionaria. Los gobiernos que sucedieron al Porfiriato tomaron como uno de sus principales intereses la recuperación de lo nacional, esto en contraposición al siglo anterior, que se enfocó en copiar la estética europea. Fue este cambió el que permitió el nacimiento de artistas como Juan Rulfo, Diego Rivera o David Alfaro Siqueiros, quienes daban su propia interpretación a los esfuerzos nacionalistas del gobierno a la vez que hacían una crítica social que podemos apreciar todavía en sus obras.

En el gusto popular las cosas fueron distintas. Si bien, por un lado los intelectuales se cuestionaban sobre el surgimiento de la clase media y el futuro a largo plazo del país, el pueblo comenzaba a identificarse con las tradiciones autóctonas. Se dejó de negar el pasado prehispánico, se enalteció la música nacional y se recuperaron las tradiciones que ahora se integraban a la vida común del México moderno.

Ahora celebraciones como las del Día de Muertos no eran exclusivas de ciertas clases sociales o regiones del país; eran enaltecidas en toda la nación, por todas las clases y retomadas en la literatura, el cine, la danza y otras artes. Esta nueva identificación que generara “lo mexicano”, preparó el terreno para el enaltecimiento de la Charrería al nivel de disciplina y deporte elitista con el que la conocemos ahora.

Suertes Charras:

Dentro de la charrería existen diferentes Suertes, que es el nombre con el que se conoce a los desplantes de habilidad que realizan los jinetes. Aunque estas son muchas, que a la vez se dividen en diferentes puntos de apreciación, por mencionar algunas de las más conocidas podemos hablar de la Cala, el Jineteo del Toro, el Caballeo, y desde luego, el Paso de la Muerte, que consiste en cambiar de un caballo manso a uno salvaje en pleno galope, al cual sujetará de las cienes para dominar y desmontarse.


La Escaramuza Charra:

Es el nombre de la práctica femenil de la Charrería. Está protagonizada por grupos de ocho mujeres que al ritmo de música realizan diversos ejercicios ecuestres a galope, montadas en albarda de lado al estilo amazona.

Como puede adivinarse, no cualquiera puede realizar este deporte. Requiere además de la costosa infraestructura, un gran nivel de habilidad y entrenamiento, por lo cual, para su preservación y correcto desarrollo, existen a lo largo de la república mexicana diferentes asociaciones para la Charrería.

Asociación Nacional de Charros y Federación Mexicana de Charrería

Entre ellas destacan la Asociación Nacional de Charros, Charros de Jalisco y Asociación Charros Mayores entre otras, además de los numerosos equipos registrados en la Federación Mexicana de Charrería.

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Tradiciones mexicanas