El café: fragante aroma del sureste mexicano

“Su delicioso aroma acompaña los amaneceres de los hombres, brindando con su amargo sabor la lucidez que el día exige, regalando en cada sorbo un delicioso despertar”.

Este fabuloso grano importado de las tierras lejanas de Etiopía llegó a México en 1796 de manos de los colonos españoles quienes instauraron en Orizaba, Veracruz los primeros cafetales. El suelo azteca recibió con su perfecta altitud y latitud al cafeto propiciando las cosechas y la calidad en el fruto.

A partir de su incursión al país la siembra del café formó parte de la vida de pueblos indígenas quienes hoy en día siguen en la tradición del café, siendo 27 de los 54 grupos nativos quienes se encargan de la siembra y cosecha del aromático.

Los principales productores cafeteros a nivel nacional son los estados de Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Puebla. Los dos especies de cafetos (coffea) que se producen en México son la arábica y la robusta. A partir de ellas se elaboran distintos tipos de cafés como los otros suaves, el de altura y por supuesto el café pluma típico de la región chiapaneca.

México se encuentra a nivel mundial en el quinto lugar a en cuanto a producción, siendo a su vez el principal productor de café orgánico, se le considera un pionero en la cafeticultura orgánica. También se encuentra entre los cafés gourmets de mayor calidad en el mercado.

Un destino cafetalero por excelencia es la zona del Soconusco en Chiapas quien a través de “ruta del café” abre las puertas de  trece haciendas fundadas por alemanes en el porfiriato, su principal atractivo son los paseos por las  plantaciones como enseñar a los expectantes el largo camino que recorren las semillas del cafeto hasta una humeante taza de café.

Cada una de las haciendas provee a los visitantes distintas actividades, entre las que se encuentran el montañismo, rafting, paisajismo, senderismo y rapel. Dentro de sus virtudes se encuentran los hermosos paisajes, la riqueza en biodiversidad, la cascada de San Francisco, como también las reservas de animales exóticos donde se puede encontrar al Quetzal.

Por su parte Coatepec, Veracruz aloja una de las haciendas cafetaleras de la zona que ha sido adaptada para el alojamiento turístico la Hacienda Zimpahua, siendo también la casa del Museo del Café entidad que busca proteger la cafeticultura veracruzana. Dentro de sus instalaciones se pueden contemplar las exposiciones permanentes que tratan de explicar la historia y la actualidad de la producción del café regional. Entre sus atractivos turísticos se enlistan la cascada bola de oro, la zona de recolección de orquídeas y por supuesto los bosques de niebla.

Los cafetales conjuntan en sus estados productores: plantaciones, haciendas, bosques y ríos. Creando un ambiente sobrecogedor donde se vive, respira y toma la cultura del café.

Texto: Karla Lisandra Cisneros Cortés