Ocotepec, pueblo de Cuernavaca con gran tradición por el Día de Muertos

En el pueblo de Ocotepec, las familias abren las puertas de su casas para recibir a sus parientes recién fallecidos y a las personas de la comunidad, quienes las visitan con ofrendas de ceras y parafinas.

En las puertas de los domicilios de Ocotepec, al norte de Cuernavaca, Morelos, donde murió una persona durante el último año, se coloca un arco de flores con mensajes de recibimiento como “Bienvenida, Mamá”, una señal para que cualquier persona pueda entrar a visitar lo que se conoce como la “Ofrenda Nueva”.

El sendero de flores y veladoras conducen hasta el altar, el cual está rodeado por adornos, velas, fruta, y en los pies de la ofrenda se colocan alimentos y bebidas. Sin embargo, la parte central de la ofrenda y una característica propia de Ocotepec es “cuerpo simulado”: un bulto hecho con la ropa y zapatos de la persona que falleció, con una calavera de azúcar o amaranto en la cabeza del finado. También se le colocan objetos personales como rebozos y sombreros.

Cuando hay una Ofrenda Nueva, vecinos, amigos y la comunidad en general visita a los deudos con una tradición que se conoce como “la cerada”, debido a las ceras que debe llevar cada persona que acude al domicilio. Los deudos, en agradecimiento, reparten pan, café y comida tal como si fuera un velorio, pero esta vez sin la tristeza de la pérdida, más bien con el júbilo y alegría de volver a compartir los alimentos con sus seres queridos.

Esta comunidad de raíces tlahuicas conserva de manera intensa el carácter ritual de sus tradiciones.

El 1 de noviembre, al mediodía, las familias se reúnen a las afueras de su casa para recibir a sus difuntos; ahí organizan una comida y abren las puertas de su hogar para recibir a las visitas. Al día siguiente, la ofrenda se reparte entre sus allegados; las ceras que se recolectan se ocupan el día 2 de febrero en la fiesta de la Candelaria y durante las procesiones de la Semana Santa.

Ocotepec, orgulloso de tener tradiciones que son Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

En 2014, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) incluyó dentro la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a las tradiciones del pueblo de Ocotepec. Los habitantes de la comunidad están orgullosos de sus costumbres, es por eso que las continúan realizando y el compartir con la comunidad es la forma de fomentar que se conserven.

Tal es el caso del señor Ignacio Juárez Ortiz, quien justo hace un año perdió a su padre y a su cuñado, así que en este Día de Muertos colocó su Ofrenda Nueva. En la puerta de su casa puso una mesa con sillas, botellas, cigarros, cartas y unos muñecos vestidos con la ropa de sus familiares fallecidos, para recrear la escena de una tarde de convivencia.