¿Viajar o no viajar solos?

Ahora que se aproximan las vacaciones es tiempo de pensar si queremos escaparnos a algún sitio. Tenemos todavía un mes para imaginar, decidir, planear y hasta reservar transporte, hotel y espectáculos.

Primero, tomemos lápiz y papel y lancémonos a la aventura: “¿A dónde quiero ir? ¿Cuándo?… ¿Con quién?” ¡Ah! Buen punto. Con quién. ¿Qué sucede si nadie está disponible para viajar con nosotros? O ¿qué tal que queremos un tiempo para nosotros solitos? Seguro habrá quien nos diga “No, viajar solo es muy peligroso” o “¡¿Cómo?! ¿Nada más tú? ¡Qué aburrido!”

Hay quienes nunca lo considerarían siquiera, pero si eres de los míos, seguro te tentará la experiencia. México es un lugar perfectamente seguro y muy variado para disfrutar de éstas vacaciones.

Bueno, tengo que decir que viajar solo tiene sus pros y sus contras.

Mis pros:
No hay prisas. Tú mandas. Vas a donde quieres, por el tiempo que quieres. Puedes conocer gente en el camino y hacer nuevos amigos. Puedes levantarte a la hora que desees, irte a la cama a la hora que se te antoje. Comer lo que se te dé la gana… si así te place. “Ahora sí, puedo mirar esa pintura en el museo por media hora sin que nadie me esté carrereando.”

Mis contras:
No hay quien que te tome fotos en todo momento, siempre hay que esperar a un japonés que ande por ahí para que nos haga “el favor”. También hay lugares que de verdad quisieras compartir, que “saben” mejor si se está acompañado… “¡Ah!, ojalá estuviera aquí mi amiga fulanadetal, seguro nos divertiríamos horrores juntas.” Otro contra es que si no tienes un plan bien armado, corres el riesgo de sentirte perdida y hasta aburrida.

¿Entonces ya te decidiste a dejar el prejuicio de lado y lanzarte a conocer un nuevo sitio tú solo?

Como experimentada viajera (ajá) te hago algunas recomendaciones para que te sientas seguro y a gusto en todo lugar:

+ A pesar de que seas la reina/el rey del glamour, trata de viajar ligero. ¿Qué tal el kit completo de maquillaje, zapatillas con lentejuelas “por si acaso”? Se realista. ¿Qué vas a usar y qué no? Además, si llevas pocas cosas, todas tus compritas cabrán de maravilla en tu maleta. Y no tendrás que cargar un bolsas pesadas todo el tiempo.

+ De ser posible, averigua las costumbres y la cultura del sitio a donde viajas. Y hasta el horario.

+ Nunca está de más llevar tu min-botiquín de primeros auxilios. Además, si tomas algún medicamento periódicamente, asegúrate de llevar la receta médica contigo. Si tu viaje va a ser por varios días (o semanas) no sobra un seguro de gastos médicos, o bien, investigar si existe una Cruz Roja o Clínica de Salubridad cerca de donde estarás. Las consultas tienen un precio, pero generalmente son económicas.

+ Déjale tu itinerario a alguien en casa. Que sepan dónde localizarte. Si puedes, da señales de vida para que los tuyos se enteren de que llegaste sano y salvo al destino. Además, siempre hay un ciber café a la mano en casi todos los rincones de México, así como cobertura de celular.

+ De ser posible escoge los puntos importantes que quieres visitar antes de viajar.

+ Confía en tu sentido común. Si andas por un barrio en donde hay algo que no te gusta o te hace sentir inseguro, hazle caso a tu intuición, es mejor no exponerse. Ya habrá otro momento para visitarlo.

+ Siéntete seguro de que siempre habrá alguien que te eche la mano. No importa si hablas español bien o no, a señas o con caras y gestos, siempre habrá alguien que te ayude a encontrar el camino.

+ De nueva cuenta, confía en tus instintos. Si hay gente que te parece “sospechosa”, ¿para qué revelar que viajas solo o dónde te estás quedando? Por otro lado, si hay personas que “te da buena espina”, pueden convertirse en maravillosos compañeros por un día o dos, o tres. Recuerdo que en un viaje a Chiapas mi amigo Tufick y yo conocimos a un grupo de suecos en el autobús en el que nos dirigíamos a las ruinas mayas de Palenque. Al llegar al pueblo compartimos taxi con ellos, para aminorar gastos, y al final pasamos un día estupendo todos juntos, entre pirámides y calor. ¡Nunca se sabe!

+ Si te vas de bar solo, acuérdate que no habrá conductor designado esa noche. ¿Necesito decir más? Cuídate.

+ En el hotel donde te quedes, seguro te sabrán orientar bien sobre cualquier cuestión. Y, ¿por qué no? Pregunta sobre los sitios típicos para comer (tal vez no los más comerciales, pero sí los más tradicionales).

Lo más importante es divertirte. Hay que estar muy conciente de que este viaje será diferente, que habrá mucho tiempo para ti y tu interior. Seguro te conocerás un poquito más y, quién sabe, tal vez te sorprendas.

Explora nuevos lugares, date la oportunidad de probar nuevos platillos, sal de lo común y visita el mercado local; platica con el dueño de la panadería… aprende.

Toma muchas fotos, autofotos. Disfrútalo.

Y… ¡Envíanos una postal!

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