Reportajes acerca de Uruapan
Bellezas Naturales

Paricutín, un Volcán Joven

Por: Travel by México

Paricutín, un Volcán Joven, Uruapan
Bellezas Naturales

Paricutín, un Volcán Joven

Por: Travel by México

Un volcán que despertó el 20 de febrero de 1943, 17 años de actividad volcánica, 2,808 metros de altura y un pueblo destruido por la lava.

El pueblo de San Juan de las Colchas o Parangaricutiro se encontraba en las faldas del cerro de Tancítaro y fue fundado en 1535 por Fray Juan de San Miguel. Durante muchos años, además de la actividad forestal, la economía del pueblo fue sustentada por la agricultura, la ganadería y la fabricación de colchas. Pero la vida de los lugareños cambió por completo durante la erupción de un cerro que surgió de la nada y tuvieron que emigrar. Durante años y años el temblor de la tierra se fue haciendo parte de la rutina y el despedirse de sus posesiones, también. Así, los habitantes del lugar se resignaron al nacimiento de un volcán, a peregrinar y a tomar a su más preciado objeto: la figura de caña de maíz del Señor de los Milagros. Recorrieron cada pueblo hasta Uruapan y cientos de personas se les unían en la mudanza.

El único sobreviviente de San Juan de las Colchas fue el Templo donde una vez le bailaron al Señor de los Milagros los antiguos pobladores. Se pueden visitar los restos y el espectáculo es abrumador, el triunfo de la naturaleza sobre el hombre quedó manifestado.

San Juan Nuevo Parangaricutiro

Esta población fue formada por los emigrantes que huían de la furia del Paricutín. Se encuentra a 10 kilómetros de Uruapan, y no sólo se conserva la gran devoción al Señor de los Milagros sino que esta escultura es visitada por miles de fieles provenientes de distintas partes de México, e incluso de Estados Unidos, cada año, pues se dice que, como su nombre lo indica, es milagrosísimo. La tradición afirma que hay que entrar y salir bailando del templo, todo esto en señal a la roca quemante (por la erupción del volcán) que estaba en el suelo de la iglesia a donde originalmente pertenecía.

No es difícil llegar al pueblo de San Juan Nuevo y bien vale la pena. La plaza principal es amplia y cuenta con un mercado de artesanías y juegos. Frente a ella se alza una enorme iglesia con dos altas torres adornadas con una estrella cada una y una gran cúpula en el centro de la nave que, por supuesto, alberga al Señor de los Milagros.

Y la comida del lugar es excelente. En los alrededores de la iglesia hay varios restaurantes de comida típica purépecha como el Churipo, solo o acompañado con corundas, el atapakua, que puede ser de carne de res, de chilacayote y de charalitos, la morisqueta, tamales de distintos sabores, atole y, por supuesto, postres como cocadas, paletas de hielo y dulces de leche.

Angahuan

Desde el pueblo purépecha de Angahuan, a 37 kilómetros de Uruapan, se puede admirar un verde paisaje y, en el fondo, un alto pico.  Angaguan es uno de los pueblos que conservan la tradición purépecha más arraigada: la hablan, la visten, la viven. Las trojes o cabañas de madera conservan su aire prehispánico y las iglesias como la de Santiago Apóstol, con su hermosa cruz atrial, son testigos del paso del tiempo. Este es el mejor sitio para hospedarse si se quiere visitar el volcán. Hay varios lugares de renta de cabañas (algunas equipadas con chimenea), restaurantes y los lugareños siempre están dispuestos a rentar sus caballos y a servir como guías en el trayecto hacia el coloso, además de ofrecer una compañía perfecta ya que, si corre con suerte, le contará las tradiciones y costumbres de la zona y sus pobladores.

El recorrido tanto a la iglesia de San Juan Parangaricutiro y a la punta del volcán se pueden hacer a pie, aunque es aconsejable siempre llevar un guía experimentado ya que el camino puede ser largo y pesado.

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