Tepic, palabra formada por los vocablos nahuatl “Tetl” y Picqui”, cuyos significados son “piedra” y “cosa maciza” respectivamente, aportan el significado más aceptado por los estudiosos de la materia: es el “Lugar de piedras macizas”. Sin embargo hay quienes señalan que este vocablo deriva del nombre primitivo “Tepec”, cuyo significado es “Lugar muy poblado”, o bien de la palabra “Tepictli”, que es una variedad de maíz local y que daría un tercer significado: “Tierra de maíz”. ¿Pero que relación tienen esas tres toponimias con la actualidad de Tepic?

La capital del estado de Nayarit colorea su tierra con cultivos de caña de azúcar, maíz, chile, mango, aguacate, plátano y café. Tepic es un destino mexicano muy colorido, conocido también como la “Ciudad de las Palmeras”, donde habitan poco más de 420 mil personas, entre los que se incluyen casi 5 mil indígenas de distintas etnias entre huicholes, coras, purépechas, nahuas, mazahuas, etc.

Pero lo más probable es que “el Lugar de Piedras Macizas” deba su nombre al eje Neovolcánico y la Sierra Madre Occidental que se levantan imponentes, destacando entre sus múltiples elevaciones los volcanes de Sangangüey (2,340 m), San Juan (2,180 m) y Las Navajas (1,680 m). En este territorio, 72.5% del relieve del suelo de este municipio corresponde a sierra; el resto se extiende entre lomas, llanuras y pequeños valles.

Tal vez la única muestra de industrialización es el Molino de Menchaca, muy cerca del centro, donde se extrae y comercializa azúcar. Y si bien Tepic es una ciudad pequeña, también es muy apacible. La gente camina por los parques de la Loma, Juan Escutia o la Alameda, disfrutando de días de mucho sol rodeados de jacarandas, fresnos, pinos y, claro está, palmas. Aunque la modernidad cada vez envuelve más a esta ciudad, dado que el Gobierno del Estado comenzó hace un par de años a construír pasos a desnivel y nodos viales, los cuales van cambiando la fisonomía de Tepic hacia nuevos horizontes de desarrollo y urbanización.

¡Pero su historia se conserva intacta! Varios monumentos llaman la atención: el templo de la Cruz de Zacate y su convento anexo, el Palacio de Gobierno y el Palacio Municipal, alrededor de la plaza principal. Ahí mismo la hermosa Catedral de la Purísima Concepción, de estilo neoclásico y neogótico, que se comenzó a construir en 1804 y se concluyó a fines del siglo XIX. Su altura es de 40 metros con sus torres de 3 niveles rematadas con una cupula pequeña con linternilla.

A bordo de un servicio de Turibus se pueden conocer los lugares más importantes de la ciudad. Este servicio parte de la Av. México esquina Amado Nervo y hace un amplio recorrido por el Centro Histórico y muchos otros sitios de interés durante 2 horas, haciendo una parada de 15 minutos en las ruinas de Jauja.

Entre los lugares de mayor importancia histórica destacan la casa de Juan Escutia, niño héroe que combatió a las tropas estaunidenses invasoras en el Castillo de Chapultepec; la casa del poeta Amado Nervo, el Palacio de Gobierno y la Ex-Fábrica de hilados y tejidos de Bellavista.

En Tepic abre sus puertas el Museo Regional de Antropología e Historia, cuya construcción data del siglo XVIII. Figuras arqueológicas se exhiben de manera permanente en este espacio: piedras de forma semicircular con grabados representando al águila devorando a la serpiente, objetos de obsidiana, piedra y cobre.

Durante el mes de marzo se lleva a cabo la Feria Nacional de Tepic, teniendo lugar exposiciones de toda clase: alimentos y bebidas, ropa, muebles, etc., sumándose a la gran variedad de eventos culturales entre los que destacan el teatro y la música. Tepic canta y baila al son del mariachi y la banda, se deleita con la Orquesta de Cámara de Nayarit o el coro de Niños Cantores de Tepic. Arte y tradición se funden en un sin fin de artesanías huicholes: los “Ojos de Dios” representados en cruces de madera envueltas en coloridos hilos de lana formando rombos; trajes de manta, jícaras, máscaras, figuras de animales envueltas en brillante chaquira, violines de madera, tablillas decoradas con hilo representando al sol, la luna, pájaros o venados.

¡Y cuánta naturaleza rodeando este hermoso destino mexicano! En las selvas rondan jaguares, pumas, armadillos y venados; boas y cascabeles en el suelo húmedo mientras que por los aires levantan el vuelo mirlillos, calandrias y golondrinas. En la parte norte, desde el Mirador del Aguila, los visitantes se abandonan en la contemplación de la llanura costera del Océano Pacífico y la Sierra Madre Occidental. Los alpinistas escalan el Sangangüey o el Cerro de San Juan, al tiempo que la ciudad palpita en jornadas de ganaderos, silvicultores, manufactureros, comerciantes y tantos hombres y mujeres que distinguen la noble y leal Tepic.

Disfruta de un paseo a un sitio que se ha convertido en el icono religioso de la ciudad: el Cerro de la Cruz, desde donde se contempla la ciudad por medio de telescopios y los atardeceres inigualables, sobre todo el Valle de Matatipac. Se cuenta con un transporte gratuito para subir.

Además de su característica belleza, en las cercanías de Tepic los turistas pueden encontrar lugares de gran atractivo. Destacan San Blas, La Tovara, Mexcaltitán, Los Toriles, Santa María del Oro, Nuevo Vallarta, Rincón de Guayabitos, Punta de Mita, entre muchos otros. San Blas, puerto de gran colorido histórico gracias a sus antiguos monumentos y arquitectura colonial, se localiza a tan sólo 70 kilómetros de Tepic. Este destino aún mantiene vírgen su entorno ecológico, rico en flora, fauna, esteros, marismas y manglares.

¿O qué tal la hermosa cascada de Jumatán o El Salto del río Mololoa? Los manantiales de Agua Caliente y Bella Vista, la ermita de la Vírgen de Guadalupe en el poblado de El Pichón y tantos atractivos más, ¡todos localizados en el estado de Nayarit!

¡Conozca Tepic y viva grandes experiencias! Aquí se recibe siempre a los visitantes con los brazos abiertos, brindando la oportunidad de disfrutar de su arquitectura, gastronomía, artesanías y la hospitalidad incomparable de su gente.