Del nahuatl "tequíllan" se derivan los vocablos que dan nombre a esta municipalidad: “tequílli” (cortado) y “tlan” (entre). Se traduce como “lugar cortado” o “lugar en que se corta”. Es un pueblo que se desarrolla y sigue creciendo entre leyendas que comparten el sabor de generaciones que maduraron y desaparecieron entre el campo y la jima de los Altos de Jalisco.

Es Tequila! Prospera urbe que emerge en la historia siempre acompañada del agave azul (tequilana weber), planta que ya era explotado por los indígenas prehispánicos en el uso de brebajes fermentados y confección de ropa. Sucedio en 1600 que la primera fábrica fue instalada por don Pedro Sánchez de Tagle, marqués de Altamira, quien introdujo el cultivo y destilación del mezcal. Fue entonces cuando la comunidad vio nacer la industria que mas tarde se convertiría en la principal fuente económica del municipio: la producción tequilera; así como la elaboración de toneles, barrilitos y ánforas hechas con madera de roble y piel de cerdo para almacenar el liquido. Aún existen fábricas muy antiguas como “La Riojeña”, fundada en 1795; “El Tigre” (hoy La Constancia) fundada en 1823; Destiladora de Occidente (hoy “Tequila D’Reyes”) fundada en 1840; La Perseverancia (hoy Tequila Sauza) fundada en 1873; El Llano (hoy Tequila Azteca) fundada en 1876 y La Mexicana (hoy Tequila Orendain) fundada en 1879.

Para gran orgullo de los mexicanos, el tequila es hoy en día una afamada bebida a nivel internacional que se exporta y consume en todo el mundo. Zumo bendito de carácter nacional que siempre vivirá hasta en el recuerdo de la época dorada del cine; basta ver alguna película con Pedro Infante, o con el charro cantor, Jorge Negrete. Aquí es posible visitar algunas fabricas tequileras y conecer el proceso mediante el cuál es fermentado y destilado el maguey.

Porque el tequila puede ser joven, reposado ó añejo dependiendo del número de años que se deja madurando. La variedad de marcas y sabores es tan grande como bebidas se pueden preparar con este elixir: Acapulco, Paloma, Girafa, Petróleo, Guadalajara de fiesta, Piñata, Bloody María, Huatulco, La División del norte,¡Caramba!, Long island, Submarino, Changuirongo, Margarita, Charro negro, Cucaracha, Mexicola, Toro bravo y Nueva vida son solo algunos de sus nombres. Pero sin duda la más popular es la "Sangrita", brebaje que se prepara con jugo de tomate, jugo de naranja, jugo de lima, salsa inglesa, cebolla picada, salsa tabasco, sal, hielo y se sirve para acompañar caballitos de tequila derecho. Pero hay mucho además de una fuente económica; tan sólo  entre las faldas del Volcan de Tequila y las profundidades del valle del Río Grande existen 34,658 hectareas de campiña, destilerias y fabricas (en uso y abandonadas), tabernas, haciendas, pueblos de culturas prehispánicas y zonas arqueológicas que envuelven de encanto esta ciudad. Los panoramas agaveros, siempre extensos y ordenados delatan formas inolvidables.

De hecho, este fue el principal motivo por el que la UNESCO decidiera nombrar esta urbe como el primer bien mexicano en el rubro de Paisaje Cultural, inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial desde el 2006. Y actualmente, la cultura del agave está considerada como un elemento intrínseco de la identidad nacional mexicana. Hay que acercarse a esta tierra mágica y conocer el punto joven que la mantiene vigente.