Pequeña pero emblemática ciudad colonial que figura en los anales de la historia nacional por ser la cuna del movimiento de Independencia de México. Y es que precisamente aquí, el cura Don Miguel Hidalgo y Costilla lanzaría un 16 de septiembre de 1810 el mítico “grito de independencia”, sublevándose contra la dominación de la corona española. ¿Pero cuál es el orígen histórico de este estupendo destino de Travel By Mexico?

Remontémonos a los tiempos aztecas, quienes consideraban como bárbaros e inferiores a muchos grupos étnicos de mesoamérica, dándoles el nombre genérico de “otomí”. Se cree que este vocablo deriva del nahuatl “totomitl” y que significa “ave flechada” o “cazadores que llevan flechas”, pero cual sea su orígen y significado, lo cierto es que se trata de una cultura indígena que ha estado presente desde hace milenios en donde hoy se erige la ciudad de Dolores Hidalgo, en el estado de Guanajuato.

En este mismo suelo aquellos cazadores fundaron una aldea llamada Cocomacán: “Lugar donde cazan tórtolas”. Fueron colonizados, pero tiempo después ellos mismos serían parte fundamental de la obra colonizadora de la región del Bajío cuando el virrey de Nueva España, Luis de Velasco y Castilla y Mendoza (Cargo que ocupa en dos períodos 1590-1595 y 1607-1611, así como también Virrey de Perú en el período 1596-1604), decretó que familias otomíes habrían de acompañar a los españoles para asentarse en territorios ocupados por tribus belicosas, sirviendo como puente para la sedentarización y posterior cristianización de los nómadas.

Iniciada la época colonial, el primer Virrey de Nueva España, Antonio de Mendoza, otorga 2700 hectáreas de terreno a favor del soldado español García de Morón, terreno que incluía precisamente la aldea de Cocomacán. Sin embargo el orígen de este importante destino de gran valor nacional está íntimamente ligado a la Hacienda de la Erre, fundada en 1534 por Pedro Rodríguez de Monteros, dedicada a la cría de ganado.

Resulta que hacia 1610 esta localidad adopta el nombre de San Cristóbal, ya con el rango de ranchería, quedando precisamente bajo la territorialidad de esta famosa hacienda que, a su vez, pertenecía al actual municipio de San Miguel de Allende. En 1643 la ranchería ascendió al rango de congregación, cuando en la Hacienda de la Erre se levanta la vicaría de nuestra Señora de los Dolores.

El cura Don Álvaro de Osio y Ocampo hizo posible la ampliación de la congregación  en 1643 mediante la compra de terrenos a la Hacienda de la Erre, mismos que donó a los vecinos, formando así el trazo original del pueblo. Llegarían tiempos de gran prosperidad agrícola y ganadera, con el consecuente auge comercial de Dolores, lo que permite el inicio de la construcción de la Parroquia de Nuestra Señora de Dolores en 1712, siendo terminada en 1778 con un costo total de $ 200,000.00 pesos oro.
Para 1790 recibe la categoría de pueblo, siendo bautizado con el nombre de Pueblo Nuevo de los Dolores, nombrándose autoridades políticas del pueblo y desligándose de la dependencia que existía con la villa de San Miguel el Grande (Hoy San Miguel de Allende).

Don Miguel Hidalgo y Costilla, “el padre de la patria”, llegó a la congregación de Dolores en 1803, donde su actividad social fue fundamental. Desarrolló diversas actividades en beneficio de la población, como la instalación de una alfarería, una carpintería y un telar, además de plantar moreras y vides, formar colmenas y adiestrar a los agricultores y artesanos.

El cura Hidalgo, hombre culto y carismático, tejió una profunda relación con indígenas y mestizos de Dolores, lo cual explica en buena medida la influencia que tuvo en muchos de ellos para levantarse en armas en pos de una nación nueva, libre de lo que consideraban el injusto sometimiento español.

Y hoy, a 2 siglos de aquel suceso histórico que cimbró el destino de México, Dolores brilla con un fulgor renovado, siendo la orgullosa sede de un festejo sin par en la vida de los mexicanos: 200 años del inicio de nuestra libertad como nación, en la cual hemos escrito su historia con esfuerzo, pasión y entrega.

Como datos relevantes de la cronología de Dolores, encontramos que el 6 de junio de 1863, a su paso por el lugar, el presidente Benito Juárez visitó la casa de don Miguel Hidalgo, declarándola propiedad de la nación. Un año después, justamente los días 15 y 16 de septiembre, un personaje ilustre llega a Dolores de visita y celebra en esa misma propiedad el grito de Independencia: Maximiliano, archiduque de la Casa de los Habsburgo, quien, convocado por grupos conservadores de México, asumió la corona del Segundo Imperio Mexicano en 1863, aunque con nefastos resultados para él y para los que le apoyaron, entre los que destaca Miguel Miramón, general conocido como "el joven Macabeo", héroe de la Batalla del Castillo de Chapultepec y el Presidente más joven que ha tenido México en su historia).

El 15 de Diciembre de 1947, la XL Legislatura del estado de Guanajuato, mediante nuevo decreto, establece que en lo sucesivo la ciudad se denominará Dolores Hidalgo, Cuna de la Independencia Nacional, lo que es confirmado también por decreto del presidente Miguel Alemán Valdés (1946-1952) el día 31 de Diciembre de 1948.

Fue el presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940) quien inició el 15 de septiembre de 1940 la tradición del grito en el atrio de su Parroquia, pero en 2010 dicho honor corresponde al presidente Felipe Calderón (2006-2012).

Aunado a esto, la ciudad organizó la feria de Dolores Hidalgo en el marco de los festejos del Bicentenario de la Independencia, del 4 al 19 de septiembre del 2010. En este magno evento coincidieron grandes exponentes de la música y la cultura, siendo parte fundamental de este festejo el homenaje que se le rendirá al célebre cantautor José Alfredo Jiménez, personaje ilustre para orgullo de los dolorenses e ícono de la música mexicana, con la presencia del Mariachi Vargas de Tecalitlán y la Orquesta Sinfónica de Guanajuato.

Y justamente con motivo de las celebraciones nacionales, en Dolores se acaba de inaugurar el Museo de la Independencia, mismo que alberga una importante colección de objetos alusivos a la Independencia de México.
Es la ciudad de Dolores Hidalgo, cuna de la independencia de México, que recibe al turismo del mundo con orgullo, fiesta, música y alegría sin igual.